Cientos de miles de turistas se  encuentran en Nueva York para su célebre maratón. La misma que se correrá hoy desde las 08:20 con la prueba femenina y media hora con la de varones.

De todas las otras grandes maratones internacionales, la de la ‘Gran Manzana’ es una máquina de hacer dinero. El impacto económico de la maratón —que comenzó en 1970 con 127 corredores que daban vueltas al Central Park— es inmenso: 260.000 turistas dejarán a la ciudad unos $ 415’000.000.

Entre los 51.000 corredores registrados para la carrera de hoy, el 30% son extranjeros. Si no tuvieron la suerte de ser elegidos en la lotería, cuyo ingreso cuesta $ 255 para los estadounidenses y $ 347 para el resto, muchas veces no tienen otra opción que pasar por agencias turísticas y comprar un paquete con el derecho a participar.

Estas fórmulas cuestan en general $ 2.500 por persona, según la duración del viaje y el alojamiento escogido. Y apenas llegados a Nueva York, los gastos comienzan, con la retirada del dorsal oportunamente situado junto a un salón donde se alinean cientos de expositores que venden todo para equipar o revitalizar a los corredores. Sin mencionar el turismo y el shopping que casi siempre forman parte de la experiencia.

Según la revista Forbes, la organización de la maratón en 2013 costó unos $ 35’000.000, contra ingresos anuales de $ 73’000.000. La expresidenta de los New York Road Runners, Mary Wittenberg, recibía hasta su partida en 2015 un salario de $ 600.000 por año. (I)