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El Telégrafo
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Los trabajos no contaban con el permiso municipal

La curia no tiene un informe técnico para reparar la catedral

La torre norte de la catedral presenta deterioro en las paredes y en los elementos ornamentales.
La torre norte de la catedral presenta deterioro en las paredes y en los elementos ornamentales.
Foto: Karly Torres/El Telégrafo
12 de enero de 2017 - 00:00 - Redacción Guayaquil

El traslado de las cruces y la escultura del Cristo Rey de la Catedral de Guayaquil no contaba con un estudio técnico que avale la acción ni los permisos respectivos por parte del Municipio local.

Según un informe del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), tras una evaluación de la iglesia, las autoridades eclesiásticas  no contaban “con una propuesta de intervención con metodología de trabajo y medidas de seguridad correspondientes”.

Durante la semana, personal de la entidad estatal conversó también con el rector de la catedral, padre Rómulo Aguilar, quien les reveló la falta de una investigación técnica o un diagnóstico que respalde el desmontaje de la cruz que cayó el pasado domingo.

Los técnicos constataron el elevado nivel de deterioro del recubrimiento de hormigón que conforma las agujas de las torres, tal y como expuso EL TELÉGRAFO en un reportaje publicado el martes.

“La inadecuada intervención en el desmontaje de la cruz, además de ocasionar serios daños a este elemento, puso en riesgo la estructura de uno de los inmuebles patrimoniales de mayor representatividad de la ciudad”, citó el INPC en un comunicado.

Frente al hecho, la entidad estatal recomendó suspender los trabajos en la catedral, hasta que no existan las propuestas necesarias para lograr una intervención  técnica adecuada.

Los estudios requeridos ya se  ejecutan por parte de la Fundación Guayaquil Siglo XXI, manifestó ayer el alcalde Jaime Nebot.

En su más reciente enlace radial, Nebot aseguró que desde hace meses la fundación analiza la estructura de la catedral y “después íbamos a intervenir”.

Sin embargo, lamentó que la Arquidiócesis se haya adelantado en la remoción de las cruces. “Si se hubieran terminado los estudios, se hubiesen dado cuenta de que esas cruces se tenían que haber movido de otra manera”, insistió Nebot.

Además, confirmó que la curia no pidió los permisos correspondientes para la remoción de las cruces de las cúpulas. “No se trata de una obra de lucro (...) pero debieron haber pedido el permiso, no lo han pedido”.

El INPC indicó que el Cabildo, desde junio de 2015, asumió las competencias de patrimonio cultural local, como consta en la Resolución 0004, emitida por el Consejo Nacional de Competencias (CNC).

Al ser consultado sobre este particular, el Alcalde indicó que la Municipalidad no está obligada a realizar los trabajos de mantenimiento de la catedral, pero que “aún así hemos hecho más que el INPC cuando ellos tenían la competencia en iglesias, esculturas y parques”. En las próximas semanas, la Alcaldía instalará acondicionadores de aire en el templo.

El INPC dispuso que   se realice la limpieza de escombros presentes en las agujas de las torres de la edificación y reubicar la cruz metálica -que cayó el domingo pasado- en un sitio seguro para evitar su deterioro.

Ayer, el Ministerio de Cultura y Patrimonio también solicitó información tanto a la Alcaldía como a la Arquidiócesis sobre estudios y autorizaciones del traslado de la cruz.

El lunes, el padre Rómulo Aguilar expresó que tanto el Gobierno Nacional como el Municipio son los primeros llamados a aportar económicamente para una restauración integral. La inversión sería de aproximadamente $ 4 millones. (I)

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