Alexandra Jaramillo escucha atenta, casi sin parpadear para no perder detalles, la interpretación que hace Fabián Miranda del tema ‘Careless Whispper’ del dueto Wham, cuyo vocalista Geoge Michael, fallecido recientemente, lo volvió un éxito mundial.

El solo del saxofón sonaba casi idéntico a la versión original. “Es un maestro en todo el sentido de la palabra. Le pone mucho sentimiento a lo que hace y eso se nota en el escenario”, opinó esta empresaria turística ambateña. Aquella noche de diciembre, Miranda se presentó en la quinta Charlestong ante un auditorio lleno que lo aplaudía con generosidad.

Miranda estudió musicología en la Universidad del Azuay e interpretación en el Conservatorio José María Rodríguez de Cuenca. El arte musical lo heredó de su padre, Ángel Alfonso Miranda. Su madre, Luisa Cumandá López, también lo motivó a aprender piano a los 7 años. Dos años después dominó la guitarra española y a los 14, el saxofón.

En la actualidad interpreta música nacional, latina y europea y se ha parado frente a auditorios de Ecuador y Europa. Incluso fue galardonado junto con destacados conjuntos nacionales como el Grupo Aroma y el Grupo Tungurahua.

“No solo es impecable en sus notas, también sabe ganarse a su público con su canto y repertorio muy acorde con las circunstancias”, dijo sobre él, Fernando Velasteguí, gerente de Grupo Radial Continental.

La música del mundo, que le traía su padre en discos de acetato, lo acompañó durante su infancia. Mientras otros niños jugaban a las canicas y trompos, Fabián, en cambio, se acercaba a los músicos de la calle para mirar fijamente cómo movían los dedos en el teclado. “Hay músicos que nacen y otros que se hacen. Yo pertenezco a los que fueron engendrados con esa virtud. Sin embargo, con mis 3 hijos no soy exigente. Solo los guío por la senda maravillosa de las notas musicales”. (O)