“Ver una ciudad libre de maltrato animal”, es la frase que guía el trabajo diario de Adriana Páez. Ella ha dedicado 10 de sus 29 años a la causa animalista en Latacunga. Su andar no estuvo excento de escollos. Hace 3 años conformó el colectivo denominado Latacunga animalista que está integrado por 30 personas.

Adriana encabeza el rescate de perros enfermos, abandonados, lastimados y maltratados en las calles de la capital cotopaxense. Luego les busca ‘padrinos’ a través de los medios de comunicación tradicionales y alternativos para asegurarles alimentación y buen cuidado.

“El trabajo en favor de los animales descuidados parecía una utopía, pero Adriana rompió este paradigma y ahora los términos adopción y esterilización se volvieron parte de la cosmovisión del latacungueño. Su acción es destacable”, comenta la periodista Mayra San Martín.

El proceso de sensibilización empezó en Adriana cuando en su vida se cruzó Plutarco. Se trataba de un perro abandonado que decidió acoger en su hogar. Había sido víctima de maltrato y estaba en malas condiciones.

Cada vez que lo miraba y atendía comprendía que este hecho no era aislado. Eso la decidió a dedicar su voluntad y esfuerzo al rescate animal. A tal punto que Adriana ha desestimado la posibilidad de formar una familia convencional. Ahora sus parientes están en el refugio que adecuaron por autogestión con los miembros de la agrupación.  

Adriana alterna la solidaridad con el comercio de ropa. Y cuando la critican responde: “Cada quien es libre de ayudar al sector que crea conveniente”. (I)